Este panorámico itinerario une los dos pueblos más altos de Sierra Nevada y transcurre en su primera mitad ascendiendo por bosques de encinas y pinos, cruzando acequias y riachuelos, pastizales de media y alta montaña, hasta alcanzar la Loma del Jabalí, donde tenemos un impresionante mirador natural sobre el Valle del Río Trevélez y el Mediterráneo.
Con suerte también podemos admirar el vuelo majestuoso del águila real en este grandioso horizonte, o sorprender a la cabra montés en sus trasiegos continuos. Desde aquí el sendero desciende en diagonal hacia el robledal del Barranco de la Bina, cruzando por antiguas labores donde encontraremos vestigios de las actividades tradicionales de los pueblos de montaña (balsas, eras, apriscos…).
Por último seguiremos la pista forestal para llegar por sendero al recóndito pueblo de Trevélez.
Recorrido; salimos de Capileira ascendiendo por la carretera de la sierra, dejando a la derecha el Camping. Cuando llevamos 800 m. por el asfalto, tomamos a la izquierda el sendero que sube una fuerte rampa, y se bifurca. Seguimos a la derecha hasta alcanzar por el chaparral la carretera. La cruzamos para continuar remontando por la vereda para salir de nuevo al asfalto. Seguimos por la calzada hasta abandonarla definitivamente después de dejar a la derecha una amplia pista de tierra que conduce al Area Recreativa del Río Bermejo y al pueblo de Trevélez. Pasado este desvío, en la misma curva de la carretera, sale a la derecha el Sendero Sulayr, que asciende a través del pinar y más adelante, por un barranquillo sombreado, alcanza el Haza del Cerezo.
En este paraje abierto,de antiguos cultivos pertenece al término municipal de la Tahá y tiene una gran balsa para riego. Sin llegar a la balsa alcanzamos un carril entre pinos. En este cruce dejamos a la derecha el camino que desciende a la Pista del Río Bermejo y luego a los pueblos de Pórtugos, Pitres y Bubión. Nosotros seguimos subiendo por el carril durante unos 200 m. para dejarlo por la vereda que nos sale a la derecha y que un poco más arriba cruza la Acequia Baja. Este agua procedente del río Poqueira es todo un ecosistema a su paso y es la que llena la enorme balsa que vemos abajo, en el Haza del Cerezo, para dar agua a la zona de La Taha, un municipio que engloba pueblos maravillosos.
Proseguimos la subida, abriéndose a nuestra espalda un amplio horizonte. Cruzamos la Acequia Alta y el Barranco de las Chorreras y bajo el pinar alcanzamos un carril. Lo tomamos a la izquierda, llaneando unos 300m para dejarlo por la vereda que sube a la derecha cruza de nuevo el barranquillo de las Chorreras y llega a la pista en el paraje de la Hoya del Portillo. En este punto llevamos 6 Km. de recorrido.
La Barrera de la Hoya del Portillo es la que regula el paso de vehículos por la carretera de la sierra, que es de acceso restringido desde aquí. Por eso es fácil ver el aparcamiento lleno de coches de montañeros que parten desde este punto para acceder a la alta montaña, sea el Mulhacén o el Refugio Poqueira. Tiene este control una pequeña Área Recreativa sobre la barrera con una construcción peculiar.
Proseguimos nuestro camino pasando la barrera y continuando la pista hasta salir del pinar a una zona de prados en la zona conocida como las Alberquillas, donde hay una fuente y donde alcanzamos la cota máxima del itinerario, los 2.240 m. de altitud. En este lugar, a 1,3 Km. desde la barrera, abandonamos la pista de la sierra, para tomar a la derecha el sendero. Este se inicia por encima de un juncal y continúa a media ladera, para adentrarse luego en el pinar.
En un corto espacio atravesamos dos arroyos, correspondientes al Barranco del Manzano y más adelante el Barranco del Jabalí. Tras una breve ascensión alcanzamos la Loma del Jabalí, donde tenemos unas extraordinarias vistas del Valle del Río Trevélez, del Guadalfeo y del Mediterráneo. En los días claros puede verse incluso la costa africana.
Descendemos la Loma del Jabalí por un carril que discurre por la misma loma hasta el pinar, observando por el camino restos de unas trincheras de la Guerra Civil, y al fondo contemplamos las sierras de Lújar y la Contraviesa.
Una vez en los pinos tomamos a la izquierda la vereda, perfectamente visible, que baja en diagonal hacia el valle del Río Trevélez. Más adelante después de caminar por el piornal y lastonar comenzamos a transitar por una zona de endrinos, chaparros, majuelos, etc. Tras un zig-zag en el camino entramos en un área de cultivos y más adelante llegamos a la Balsa del Cortijo Toro. Esta balsa de agua junto a un manantial, bajo la sombra de un enorme nogal, compone una imagen inolvidable, sobre todo en otoño.
Proseguimos el recorrido del Sendero Sulayr bajando desde la balsa sólo unos metros, y luego a la izquierda a través de un robledal. Enseguida bajamos a la pista forestal que al inicio de nuestro itinerario dejamos a la derecha. En este punto llevamos recorrido 13 Km. desde Capileira.
Seguimos la pista a la izquierda cruzando a cien metros el Barranco de José Martín y más adelante el Barranco de la Bina. A quinientos metros de este último barranco, la pista traza una amplia curva que podemos ahorrarnos tomando a la derecha el sendero que sube al pinar y vuelve a enlazar con la pista. La seguiremos un trecho para luego volver a dejarla por un corto tramo de vereda que tenemos a la derecha que baja por un barranquillo hasta salir de nuevo a la pista. Continuamos por ella durante más de un kilómetro, ya con vista al pueblo de Trevélez. Observamos en la otra vertiente del Río Trevélez parte del trazado del siguiente tramo del Sulayr.
Seguimos la pista hasta una amplia curva, junto a una era, donde tomamos el sendero que baja desde el Chorrillo hasta Trevélez. Más abajo cruzamos una acequia. En los bordes de los bancales vemos nogales, saúcos, zarzamoras, y alguna morera.
Después de cruzar el Barranco del Río Chico llegamos al Barrio Alto, que es el mejor conservado de los tres que forman el pueblo de Trevélez. Después de refrescarnos en la fuente del lavadero bajamos atravesando todo el pueblo para continuar el recorrido del Sendero Sulayr desde el Barrio Bajo, junto al Río Trevélez.
NOTA: Existe un “Servicio de Interpretación de altas cumbres” que funciona a partir de la primavera, con microbuses que ascienden desde Capileira por la Carretera de la Sierra, con una parada intermedia en la Barrera de la Hoya del Portillo, por donde transcurre el Sendero Sulayr, a 2.150 m.
Trevélez es uno de los pueblos que se conocen algo de la ciudad de Granada. Es un pueblo pequeñito, de unos 900 habitantes, lo que le hace ser muy acogedor y casi todas las familias que viven en el pueblo se conocen y ayudan (para qué negarlo, también se cotillea más).
Trevélez está a más de 90 kilómetros de Granada y es el pueblo más alto de España, a 1476 metros sobre el nivel del mar. De hecho su carretera no es apta para gente que sea propensa a marearse así que, si lo somos, mejor que nos tomemos nuestros descansos (variados) para llegar hasta allí.
Las casas en Trevélez tienen una característica y es que todas tienen las paredes blancas, quizás para asemejarse al Mulhacén, que está cerca de ellos.
Uno de los deportes que es ideal para practicar en el pueblo es el senderismo pero también la pesca ya que es un lugar muy bueno para pescar (incluso los principiantes).
Con respecto a la gastronomía, debemos tener un estómago fuerte porque la comida en Granada es bastante pesada. La pierna de choto o la longaniza de Trevélez son de lo mejor que hay, las truchas, si preferimos el pescado, no están nada mal y los jamones… Uff, esos son bien conocidos dentro y fuera de España.
En definitiva, Trevélez es uno de los destinos que más nos pueden interesar si queremos ver grandes paisajes y hacer caminatas por senderos que no se visitan mucho. Un destino para este verano bastante recomendable (en invierno, si viene caluroso no pasa nada pero como venga fresquito…).